miércoles, 24 de agosto de 2011

Diez Años de la Presencia de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México



Por Omar Williams López Ovalle

Este 2011 se cumple la primera década de la instalación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y sus beneficios han sido muchos y bastante apreciables, no solo en el terreno de la defensa de los derechos fundamentales, sino para el avance democrático del país.

El fuerte vínculo entre la efectiva vigencia de los derechos humanos y la democracia, han sido elementos indispensables para la consolidación de un respeto institucionalizado de los derechos de las personas y el establecimiento de un sistema democrático, que aunque en pañales todavía, representa nuestro país un referente obligado para otras naciones de la región.

La continuidad y fortalecimiento de las líneas de trabajo realizada por la OACNUDH-MEX repercute entonces en un mejor nivel de cumplimiento de los derechos humanos y, por tanto, en el mejoramiento de la calidad de nuestra democracia, ya que hoy la promoción y respeto a los derechos humanos se ha convertido en un indicador de la gobernabilidad democrática.

La presencia permanente de este organismo de Naciones Unidas tiene un carácter emblemático de la cooperación internacional en la región por haber iniciado con un mandato de asesoría técnica en un contexto de fortalecimiento a las instituciones democráticas.

Asimismo, ha contribuido al desarrollo de las capacidades institucionales y ha comprobado su eficiencia a nivel local como apoyo para la generación de confianza entre los distintos actores, así como la generación de espacios institucionales de comunicación entre la sociedad y el Estado.

En un balance hecho apenas el mes pasado de los beneficios obtenidos por nuestro país durante la primera década de al Alto Comisionado de la ONU, se destaca por ejemplo  que frente a los diversos cambios gubernamentales en los órdenes federal como los seis titulares en la Secretaría de Gobernación; además haber vivido la transición de cuatro representantes de la Oficina en México, ha sabido instrumentar con innovación y constancia a su mandato.

Ello refleja que la Oficina ha tenido la capacidad institucional de dar seguimiento a las líneas de trabajo así como a innovación del tratamiento de otros. Esto es una de los elementos para el desarrollo del trabajo y nuevos contextos futuros.

La experiencia de la OACNUDH-MEX ha demostrado ser un importante mecanismo de asesoría técnica para la aplicación del marco legal en materia de derechos humanos, de ahí la relevancia de ser una fuerte aliada para la instrumentación e implementación de la reciente reforma constitucional en derechos humanos.

La intervención de la OACNUDH en México se convierte, desde el 2000, en un punto estratégico y una decisión significativa del Estado mexicano para acelerar el proceso democrático por medio de los DDHH sin sustituir los trabajos de los actores nacionales, federales, estatales, autónomos, sociedad civil, entre otros.
Ha contribuido al desarrollo de capacidades institucionales, con especial referencia a los estándares internacionales en la materia, y en algunas ocasiones su carácter neutral y como actor externo coadyuva a la generación de confianza entre los distintos actores.

De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, uno de los propósitos de dicha organización es la cooperación “en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”. Por tanto,  la OACNUDH, creada el 20 de diciembre de 1993, tiene la responsabilidad de llevar a cabo las actividades de la ONU en dicha materia. Su mandato está encomendado por la Asamblea General, a través de su resolución 48/141.

Existen varias formas en las que OACNUDH contribuye para hacer de los derechos humanos una realidad para todas las personas cuyos Estados son parte del Sistema Universal, entre ellas, el establecimiento de oficinas en diversos países, cuyas actividades incluyen la vigilancia, la información pública, la asistencia técnica y la supervisión, así como el desarrollo de capacidades nacionales de largo plazo.

Así pues, existen algunos retos que debe enfrentar la OACNUDH-MEX para consolidar su trabajo en México, a fin de contribuir a la causa primera que es la plena vigencia de los derechos humanos de quienes habitan y transitan por el país. 

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