lunes, 3 de junio de 2013

El Gaviero

Salud de las Mujeres
 


Por Omar Williams López Ovalle


El 28 de mayo se celebra en algunas naciones el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, en este marco fue que las Comisiones Nacional y Estatal de los Derechos Humanos efectuamos en Aguascalientes un foro en el que se discutió con profesionales de la salud y con la sociedad civil organizada la construcción y enriquecimiento de las políticas públicas a favor de la salud de las mujeres.
La salud destaca como uno de los derechos humanos más importantes, ya que además de serlo en sí mismo, es también condición sin la cual,  no se pueden ejercer otros derechos igualmente fundamentales de las personas.
Entre los acuerdos internacionales suscritos por México a favor del acceso general de la población a los servicios de salud, destaca el signado en 1978, durante la conferencia internacional de Atención Primara a la salud de Alma-Ata, en donde se estableció el compromiso de llevar la atención a todas las personas a más tardar al año 2000.
Por otro lado, la plataforma de acción de Beijing, promovida durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en septiembre de 1995, establece con claridad en el apartado denominado Mujer y Salud que: 1) Las mujeres  tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental;  2) La salud de la mujer incluye su bienestar emocional, social y físico; 3) El principal obstáculo que impide a la mujer alcanzar el más alto nivel posible de salud es la desigualdad  de género. 
El compromiso de México es garantizar a las mujeres el acceso a los servicios de salud de la más alta calidad en igualdad de condiciones que el hombre y en casos específicos, mediante un trato compensatorio a su condición de marginalidad.
No obstante los compromisos internacionales contraídos por México a favor de la salud de las mujeres, existen diversos obstáculos que materialmente hacen difícil el acceso de las mujeres a los servicios de salud.  Algunas de estas barreras son las económicas,  porque al desarrollar las mujeres trabajos informales, se les margina del acceso a servicios formales de salud.  Cuando una mujer percibe ingresos menores respecto del hombre, su cobertura de salud disminuye.
También hay barreras socioculturales que se manifiestan cuando el acceso y utilización de servicios de salud se encuentra fuertemente condicionado por recursos limitados de tiempo y poder de decisión. Las mujeres en nuestro país  cuentan en general con poco tiempo para atenderse toda vez que cumplen una doble jornada, la del trabajo remunerado y la del trabajo en el hogar.  Y ¿qué decir de las restricciones impuestas por el jefe de familia quienes en muchas ocasiones obstaculizan la oportuna y adecuada atención médica de sus parejas, sobre todo en el renglón ginecológico, sobre todo en estratos más bajos de la sociedad?
Existen otro tipo de barreras por las que las mujeres no acceden oportunamente a la atención de su salud, como las barreras institucionales, cuando acceder a los centros de salud hay de por medio distancias muy largas o cuando no se cuenta con los especialistas o infraestructura hospitalaria necesaria y adecuada para la atención de las mujeres.
A pesar de los avances en la cobertura de servicios de salud, existen todavía 38 millones de mexicanos que no se encuentran afiliados a ninguna institución de salud, de éstos 18.5 millones son mujeres y  19.5 millones son hombres.   Al no contar con esquemas formales de salud, esta población usa los servicios médicos gratuitos de la secretaria de salud o por medio del pago de los servicios y se estima que unos 4 millones de mexicanas y mexicanos no acceden a ningún esquema de salud.
En el caso de Aguascalientes, es una de las tres entidades del país con mayor cobertura de servicios de salud, cuya población, concretamente el 80.1 por ciento está afiliado a cualquiera de las opciones de servicios de seguridad social y de atención médica, en tanto un 17 por ciento accede a los esquemas gratuitos de atención médica tanto de la Secretaría de Salud.

Esta sencilla pero reveladora radiografía nos muestra que las y los mexicanos tenemos un tramo largo por recorrer a fin de vencer las barreras que, hoy por hoy, obstaculizan el acceso de las mujeres a una atención de salud oportuna, eficaz y digna, y es por ello que nos encontramos reunidos en este importante foro  a efecto de analizar y proponer elementos para la construcción de políticas públicas que incorporen en esquemas más efectivos de salud, a las mujeres en México.

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