El Gaviero
Envejecimiento y Salud
Por Omar Williams López Ovalle
Este año, Naciones Unidas dispuso que para celebrar el Día Mundial de la Salud, la humanidad reflexionemos acerca del envejecimiento de la población y el gran reto que significa brindar los servicios de salud necesarios para atender una población que en dos décadas más acumulará el mayor número de habitantes ancianos que jamás haya existido.
Los fenómenos de globalización de nuestra época, caracterizados por una compleja interrelación económica, política, jurídica, cultural y social, han impactado en un cambio drástico de nuestra forma de vida; cada vez hay más personas que viven y trabajan en la ciudad, las estructuras familiares están cambiando y la tecnología evoluciona rápidamente. Una de las transformaciones sociales más importantes es el envejecimiento de la población. Pronto habrá en el mundo más personas mayores que niños y el número de personas de edad muy avanzada alcanzará niveles sin precedentes.
Esta realidad ofrece sin duda alguna enromes retos para los gobiernos de todo el mundo, y desde ahora es preciso proyectar políticas públicas que den adecuado soporte a las nuevas demandas de la población. En este terreno la salud es sin duda uno de los ingredientes fundamentales de este viraje que darán los gobiernos para atender una población que demandará ante todo, seguridad y atención médica.
Por ejemplo, entre 2000 y 2050, el número de personas mayores de 80 años prácticamente se habrá cuadruplicado y alcanzará los 395 millones. Antes, cuando la gente llegaba a la edad madura o a una edad avanzada, sus padres habían muerto; en la actualidad, éste ya no es el caso. Un mayor número de niños conocerá a sus abuelos e incluso sus bisabuelos, y en particular a sus bisabuelas. Las mujeres viven como promedio de seis a ocho años más que los hombres.
En 1910, la esperanza de vida de una mujer chilena era de 33 años, hoy, apenas un siglo más tarde, es de 82. Ese considerable aumento de la esperanza de vida, casi 50 años en un siglo, se debe en gran parte a las mejoras en la salud pública.
En los próximos cinco años, por primera vez en la historia de la humanidad, el número de personas mayores de 65 años superará al de niños menores de cinco años. En 2050, habrá más personas mayores de 65 años que niños menores de 14 años.
Entre 2000 y 2050, la población mundial de más de 60 años se duplicará, y pasará de aproximadamente del 11 al 22 por ciento. Se prevé que el número absoluto de personas mayores de 60 años pase de 605 millones a dos mil millones, durante el mismo periodo.
Las anteriores, son reflexiones que nos permiten ahora ponderar con más objetividad la necesidad imperante de comenzar a pensar cuáles serán los nuevos esquemas de salud pública frente a una población con menos niños y más adultos y personas de la tercera edad que imprimirán mayor presión en servicios especializados para una adecuada atención, no solo en salud sino en otros aspectos que permitan mantener una adecuada calidad de vida.
Como nunca en la historia de la humanidad, hoy los países están viendo el fenómeno de inversión de la pirámide poblacional, situación que ofrece otros retos importantes como los que hoy enfrentan muchos países sobre todo de Europa, en los que el desmesurado control natal impusieron estilos de vida que aceleraron la caída en la reproducción de su población y se ven en la forzosa necesidad de generar esquemas de inmigración para mantener con fuerza laboral joven, fuerte y apta, los flujos de producción de manufacturas.
De esta forma Naciones Unidas espera que este próximo 7 de abril, la humanidad nos aboquemos a analizar, discutir, prever medidas que resuelvan los grandes retos que en materia de salud ofrecerá la atención de una población envejecida.
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