martes, 20 de marzo de 2012

El Agua y la Seguridad Alimentaria

El Gaviero
El Agua y la Seguridad Alimentaria
(22 de Marzo Día Mundial del Agua)

Por Omar Williams López Ovalle

Uno de los grandes temas en la agenda de los gobiernos en el mundo, es sin duda el reto de la disponibilidad de agua.  Es una paradoja aun no resuelta que por un lado, el deshiele aumenta la presencia de agua y altera los patrones climáticos, y por el otro, a pesar de las abundantes lluvias no hemos sido capaces todavía de aprovechar ese enorme potencial acuífero y seguimos padeciendo graves estragos por la sequía.
Ante este enorme reto, Naciones Unidas decidió este año, justo el 22 de marzo,  celebrar el Día Mundial del Agua en el contexto del reto alimentario mundial. 
Hoy en día hay 7 mil millones de personas que alimentar en el planeta y se prevé que habrá otros 2 mil millones para el año 2050. Las estadísticas indican que todas las personas beben de 2 a 4 litros de agua a diario, sin embargo, la mayor parte del agua que consumimos está incorporada en los alimentos: producir 1 kilo de carne de vacuno, por ejemplo, consume 15 mil litros de agua, y 1 kilo de trigo se lleva 1, 500 litros.
El derecho humano al agua en el contexto de la alimentación es uno de los derechos más elementales sobre el que se edifican el resto de los derechos humanos.  En 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos afirmó el derecho de todas las personas a una alimentación adecuada. El acceso a una alimentación adecuada en las zonas rurales de muchos países en desarrollo depende en gran medida del acceso a los recursos naturales, incluida el agua, indispensable para producir alimentos tanto para el consumo directo como para actividades generadoras de ingresos que permitan a las personas comprar alimentos.

Naciones Unidas declaró el 28 de julio de 2010 que el acceso al agua potable y la sanidad es un derecho humano. El acceso a agua potable en cantidad suficiente es un derecho humano al amparo del derecho internacional y figura en la constitución de algunos países. Sin embargo, el derecho al agua en el contexto del derecho a la alimentación es una cuestión compleja. Mientras que el agua potable y para cocinar estaría protegida, el agua para la producción de alimentos probablemente no quedaría comprendida entre las necesidades mínimas de las zonas áridas, ya que la producción agrícola requiere volúmenes tan elevados de agua.

Para hacer más entendible este concepto, por ejemplo, la producción de alimentos, a partir de los cultivos y el ganado, la pesca continental o la acuicultura y los bosques, requiere agua. Esta agua proviene de la lluvia, accesible directamente o a través de la humedad almacenada en los suelos (agua verde) o del agua que se extrae de los ríos, los humedales, los lagos y los acuíferos (agua azul).   Afrontar el crecimiento de la población y garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos exige una serie de medidas a las que todos podemos contribuir para generar un desarrollo sustentable, pero con perspectiva global, ya no basta con generar sustentabilidad local o regional.

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